Tesla, el inventor de la electricidad que mueve el mundo, murió hace 70 años solo y arruinado
Hoy se cumplen 70 años de la muerte de Nikola Tesla, uno de los ejemplos más evidentes de genios maltratados por sus contemporáneos y también por la historia. Tesla, el inventor de la corriente alterna, que se utiliza en todo el planeta a diario para distribuir la electricidad con la que funciona nuestra civilización, murió en… Nueva York el 7 de enero de 1943
arruinado y solo en la habitación del hotel donde vivía. Sin embargo, este genial personaje, inventó cosas tan importantes como el generador eléctrico de corriente alterna, el motor eléctrico de inducción, el alternador, las bujías, el control remoto y la radio (aunque habitualmente se le atribuye a Marconi).
Tesla fue un brillante ingeniero europeo que emigró a EE.UU. para trabajar con Thomas Edison en su floreciente empresa eléctrica. Sin embargo, tras dedicarse duramente a mejorar los sistemas de la floreciente (y monopolista) compañía eléctrica se vio envuelto en un complejo entramado de engaños -patentes y pago por objetivos no reconocidos- que le llevaron a abandonar la compañía.
Tras ello, y gracias a la inversión de la Western Union Company, desarrolló su propio sistema de corriente alterna que entraba en conflicto directo con el sistema de corriente continua de Edison. El sistema de Tesla se mostró mucho más eficiente para la distribución de electricidad a larga distancia. Parecía que las cosas mejoraban para Tesla cuando la Westinghouse Corporation le compró todas las patentes relacionadas con su novedosa tecnología. Pero todo se torció cuando, en una inexplicable decisión, Tesla -a petición de George Westinghouse- renunció a cobrar los royalties procedentes de las patentes que había vendido. Algunos dicen que fue en agradecimiento al apoyo recibido.
La autoría de desarrollos quedaron entonces tan ocultos al público general como crecientes eran las deudas generadas por sus numerosas investigaciones en otras áreas relacionadas con el electromagnetismo y la transmisión inalámbrica. Así pues toda su vida y obra quedaron relegadas a un olvido propiciado por diversos intereses económicos y a su falta de interés por la fama o el dinero. Afortunadamente su figura ha sido recuperada en los últimos años, situando a Tesla como uno de los grandes impulsores tecnológicos de la historia.
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